Configurando la cultura del sometimiento
Práctica de algunas agrupaciones que indican luchar en Chile por el cambio social, implica concentrar enfoque y crítica en sólo un fragmento de la acción estatal; así, en su discurso, el neoliberalismo, el abuso, la explotación radicaría exclusivamente en un Ministerio (el de Hacienda), siendo las otras secretarías y aparatos oficiales meras víctimas de su acción. Tal caricatura, muy conveniente para favorecer facciones, y sus cuotas e intereses dentro del grupo gobernante (alientan la idea que bastaría cambiar sólo un ministro), acentúa graves equívocos en el campo popular, corroborando justificadas advertencias de FOUCAULT[i].
Y es que también son otras secretarías y aparatos, y otras personas, las que diseñan e implementan los mecanismos más incisivos de control conductual, protectores del régimen imperante. Entre varios, recordemos los Ministerios de Educación, Trabajo y Previsión Social y Economía; y el de “Justicia” y sus proyectos represivos. No obstante, existe un aparato cuya acción política es ignorada por muchos: el Ministerio de Planificación y Coordinación MIDEPLAN y, especialmente, su Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, en donde nace el programa Puente Chilesolidario, integrante del llamado combate oficial contra la extrema pobreza; gestándose desde el año 2000, inició su aplicación dos años después, entonces bajo el atractivo slogan de “entre la familia y sus derechos”.
Acción gubernamental, direccionada por sus capacitadoras, y formalizada en medidas e instrucciones[ii], que expanden una visión de la gente modesta muy distante de un enfoque humanista, y un concepto de la vida social y familiar, alejado de un parámetro democrático.
Sobre todo, que extiende la estrategia de proyectar conflictos colectivos en simples malestares individuales, operando la resignación; concentrando en las familias la “culpa” por su pobreza, exculpando a sistema económico.
[i] Ya en su famoso diálogo con Noam CHOMSKY, Human Nature: Justice vs Power (I), Holanda, 1971: El poder político es mucho más profundo de lo que uno sospecha; hay centenares e invisibles puntos poco conocidos de soporte; su verdadera resistencia, su verdadera solidez está quizá dónde uno no lo espera, en instituciones que aparecen neutrales e independientes, pero que ejercen y controlan oscuramente. A ellas corresponde desenmascarar.
[ii] Traducidas en la interpretación oficial de FOSIS sobre ciertas condiciones que deben alcanzar (cumplir) las familias beneficiarias, en el contenido de los formularios a llenar, en los tópicos a tratar con familias (es decir, lo que se prioriza o valora especialmente), en el contenido y objetivos de jornadas de capacitación, entre varias vías.